EL ANALISTA PREVISOR:
Su punto flaco en los mercados viene dado por la baja resistencia a las pérdidas y su tendencia a manejar la realidad a través de modelos “mentales” preestablecidos, lo que les impide “fluir” con el mercado, ocasionando a menudo su “enganche” en posiciones indeseables.
Su afán investigador y de “previsión” hace que inviertan muchas energías en la búsqueda -sin fin- de indicadores, sistemas o técnicas de especulación.
Su necesidad de “prever” les convierte en los analistas perfectos, ya que invierten una gran cantidad de recursos mentales en esa tarea (a mi juicio, Gann y probablemente Elliott, desarrollaron esta estructura caracterial.
El mercado puede constituir para ellos un profundo e interesante universo de experimentación, investigación, análisis… pero casi siempre en lo “mental”, quedando la praxis especulativa en un segundo plano, NO OPERAN (conlleva riesgos de pérdida y les conecta con una realidad menos interesante según su escala de objetivos e intereses).
En definitiva, su interés en muchas ocasiones no es tanto de “retorno económico” como de estimulación intelectual ante el reto que supone el mercado.
Deberían prestar atención en el terreno de la salud, a sus pulmones y sus huesos, y muy especialmente a sus tendencias “obsesivas” y de aislamiento. "SE ACABO"
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