El ESCÉPTICO CREYENTE:
Las personas pertenecientes a esta estructura básica del caracter, a esto modo de "ver" los mercados se caracterizan por su "preocupación" constante.
Junto con los "cuatro" (que ya veremos en su momento), son los que más se angustian. Podría decirse que su angustia se genera en un circuito-trampa mental.
Dudan constantemente de su propia capacidad y sobre todo se inquietan sobremanera pensando en cuales serán las intenciones últimas de los demás.
Se sienten muy expuestos a lo que puedan hacerle sus jefes, sus subordinados, la competencia...
Especialistas en "estar a la defensiva" sienten miedo no sólo de los rivales sino de los compañeros del propio equipo.
La preocupación es algo más que un sistema de alerta o seguridad, es una "marca" de la casa, una manera de orientarse y situarse en la realidad.
La ausencia de preocupaciones puede ser dramática para una persona encuadrable en este eneatipo.
Su divisa es el "miedo", la duda o la preocupación, y ante ello desarrollan dos actitudes básicas: La huida o la lucha (huir hacia delante). En definitiva dos modos distintos de resolver una misma angustia, los temerosos huyen de los posibles peligros y procuran no llamar demasiado la atención pareciendo mansos o inofensivos y graciosos. Por el contrario, los luchadores no esperan al peligro (les provoca demasiada angustia la espera) así que se lanzan en busca de sus miedos para afrontarlos directamente con la cabeza alta y el pecho fuera. "La vida es dura", piensan, y tienen que luchar duramente para conseguir lo suyo.
Su diplomatura, sienten, es en la "escuela de los golpes" y de la dura lucha . De la mano de su "punto débil" podemos encontrar su virtud. Es en efecto, el valor. Sobre ello han de trabajar (muchas veces durante toda su vida) para ir, poco a poco, superando esa terrible sensación de miedo que inunda sus vidas.... "CONTINUARA"
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